jueves, 3 de septiembre de 2015

El buen vivir colectivo

Al terminar de recorrer esta muestra me senté y pensé “Dios mío hay que empezar todo de cero” y una desesperación se apoderó de mi. ¿ Por qué? Porque esta muestra me hizo dar cuenta de que toda nuestra mirada, nuestra forma de ver cada situación, cada expresión artística esta contaminada por la visión occidental. Es como si tuviéramos puestos unos anteojos que solo nos permiten ver al arte desde cierta perspectiva. ¿ Pero qué es lo que pasa cuando nos sacamos estos anteojos? ¿ Qué ocurre cuando nos aprestamos a ver al arte con nuestros propios ojos, nuestra propia mirada? Eso pensé cuando termine de recorrer esta muestra. ¿ Por qué le decimos artesanías de una forma ciertamente poco valorativa a expresiones artísticas realizadas por nativos de la región? ¿ Acaso aquellas vasijas de barro, estas máscaras de madera o aquellas fotos no son obras de arte?
Se trata de corrernos del lugar occidental, de sacarnos por un rato las anteojeras juzgadoras de occidente y mirar desde nuestro propio suelo, desde nuestras propias percepciones. Es un trabajo difícil pero genera un placer enorme cuando se consigue hacer.
Esta muestra me despertó una conciencia artística que antes no tenía, o no podía experimentar. Cuando pensé en que hay que empezar todo desde cero fue porque en verdad lo sentía así, sentía que estaba haciendo todo mal, que estaba mirando desde el lugar equivocado. El arte es arte porque nos refleja como personas, porque se expande y se sale de las márgenes. Nos permite salirnos de lo establecido y no sentir culpa por eso, nos permite escribir por fuera de los renglones. El arte nos hace mejores personas, nos construye con la propia destrucción de lo acabado. Eso es el arte. Y esta muestra te obliga a replantearte las maneras que tenes de observar arte. Veras una gran vasija de barro y te darás cuenta de que es una escultura. Veras a un aborigen de traje, pintado para ir a la guerra con un arco y una flecha en medio de una ciudad y te vas a dar cuenta de lo multiculturales que somos. De lo grande y hermosa que es nuestra región. Pensaras que faltan más películas nuestras, comenzaras a buscar libros que hablen de nosotros, de latinoamerica. Porque eso somos, somos latinoamericanos y debemos comenzar a ver y vernos como tales. 
Con los espejos de colores que nos dieron construimos lentes para observarlo todo desde una perspectiva que no nos pertenecía, ahora estamos en condiciones de sacarnos esos lentes y observar nuestro mundo tal cual es, tal cual lo vemos nosotros. Mirar para mirarnos. Ojo, no se trata de tirar todo lo que sea occidental hacia un tacho de basura, no es lo que intento expresar. Se trata de que las dos visiones convivan creando nuevas formas de expresión. Se trata de que tengamos conciencia de los lentes que usamos para ver, se trata de sentir el arte, de vivirlo en todas sus expresiones de una manera seria y comprometida. 
Todo esto es lo que provoca esta muestra que recomiendo, que recomendamos. Porque de esto se trata, de hacer girar la bola, de que nunca pare. Hoy brindamos porque el museo más importante de la ciudad sino del país tenga en su interior una muestra acorde al tiempo en el que vivimos, donde la cultura latinoamericana comienza a resurgir en todos sus aspectos. Así que vayan, aunque sea pasen un rato y luego nos cuentan si sintieron la misma necesidad de replantearse algunas cosas.

Abajo el link con la info de la muestra!