Cuando esperas mucho algo, creas
expectativas. Y esas expectativas son siempre exigentes. Es como cuando tu mama
te dice de chiquito que vas a ser médico y famoso. Mierda. Si no llegas a ser
eso que tu mama quiso, te sentís un fracasado. Con este disco, nos pasó
algo parecido. Nuestra ansiedad fue amasando una gran bola de expectativas que luego, se transformaron en puñales asesinos de cada pista. Sin embargo, unos minutos después ya con calma, nos dimos cuenta de otras cosas. Como por ejemplo, que con
este nuevo material, los Bestias tenían que remar contra el pasado,
su presente en constante ascenso y la presión del futuro, como les pasa a los segundos
hijos.
El disco si bien no alcanzo estas
expectativas de las que hablamos, denota que hay un crecimiento en la banda.
Pero en este caso no hay crecimiento desde la propia estructura musical que
manejan, sino desde el error, desde esa cosa de caerse y seguir peleándola.
Bestia Bebe es un banda que ya tiene una identidad, que puede darse el lujo con
solo dos discos de que uno la escuche e identifique al toque quienes son. No
son muchas las que lo logran y esto es una bendición y una maldición en la
misma medida, porque genera esa potencialidad constante para poder hacer cosas nuevas pero también los obliga a luchar eternamente contra las limitaciones que construye esa propia identidad. Eso se llama crecer, y si pasa es porque vas bien.
Adelanto del disco
Lo que se destaca en cada una de las canciones es el potente rasguido de las guitarras de Tom y Topo. Pareciera que tocan tratando de sacarle la piel a las notas musicales. Es por ese sonido que la velocidad en los temas se mantiene alta. Cada punteo seguido de los rasguidos rasposos funciona como algodones para la inquieta y expresiva voz de Tom. La batería amasijada por el Polaco con golpes de un peso pluma, rápidos y certeros, nos mantiene despiertos mientras que el bajo de Chicho, va por atrás madurando el K.O sin nunca llevarlo a cabo. El suspenso que crean las canciones cortas se asocia a la ansiedad que escupen las mas largas. Ya con la primer canción nos suben a su tren y luego a medida que cada estación pasa nos damos cuenta de que el viaje no es lo que esperábamos porque es otro viaje: es asi de simple. Entonces lo disfrutamos igual.
Hasta acá todo bien pero los amigos se dicen las cosas de
frente, sin vueltas. Nosotros nos consideramos amigos de Bestia Bebe y por eso tenemos que decir que el disco tiene esa cosa
de haber sido grabado sobre un Jeep de guerra en medio de bombas lanzadas desde
helicópteros. Las letras tiene la impronta de haber sido escritas mientras se
caminaba sin mirar la calle ni los semáforos y el sonido pierde solvencia, como
si acabara de ser una deuda a punto de entrar al Veraz. Pero así parece que es
Bestia Bebe. Con este disco nos dicen que están creciendo, que en ese camino
hacia una identidad y estilo cada vez más propio. Por eso a veces, tienen que
golpearle la jeta a muchos, despertarlos para decirles a los gritos: puedo no
ser lo que esperabas, pero te voy a gustar igual y ¿sabes por qué?: porque
puedo.
Así deben ser las bestias cuando
son bebes: arrogantes, violentas, impulsivas y seductoras a la vez.
En fin, ahora que saciamos la ansiedad,
ahora que el disco suena en nuestras casas y que podemos escribir y hablar
sobre el, es fácil. Para nosotros, es fácil. La parte difícil la tienen
ellos, es esa parte que tienen que ir como padres a dirección a defender a
su hijo llamado Jungla de Metal, acusado de ser revoltoso y molestar a sus
compañeritos. Y también de hacerlo sentir querido y no relegado a la sombra del
primero. Es un trabajo difícil el que tienen, pero ellos saben como hacerlo, no
nos quedan dudas.
Nos arriesgamos a predecir que
estas canciones van a sonar mucho mejor que las anteriores en vivo. Creemos que con el
tiempo, las uñas de estas Bestias se afilaran contra los escombros de cada canción
y provocaran heridas de amor en cada escenario que pisen.
Señoras y señores, pasen y
escuchen al segundo grito de Bestia Bebe y después nos cuentan.
Y si lo quieren descargar. Click en la foto